miércoles, 6 de junio de 2012

¿Quién es el Dios del Antiguo Testamento?


 


¿Quién es el Señor?
 El insensible faraón preguntó con orgullo y descaro:
"¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz?
Yo no conozco a Jehová. (Exodo 5:2). Muchas personas
en la actualidad, tal como el faraón, ignoran
quién es el Dios del Antiguo Testamento. Creen que
es producto de la mente de los hombres antiguos,
o un Dios vengativo de una religión primitiva que ha
querido destruir a la gente con diluvios y plagas.
¿Es posible que sea éste e l mismo Dios lleno d e amor
en el Nuevo Testamento a quien conocemos por
medio del ministerio terrenal de Jesucristo? Otros
piensan que el Jehová del Antiguo Testamento es
Dios el Padre en el Nuevo Testamento. ¿Por qué hay
tal confusión? ¿Quién era en realidad el Dios de
Adán, de Enoc, de Abraham y de Israel y Moisés?

Jehová, o sea, Jesucristo, es el Dios del Antiguo Testamento
Aunque para muchos parezca una paradoja, el Jehová
del Antiguo Testamento no es nada menos
que el Hijo de Dios, Jesucristo. El creó el mundo con
la autoridad que le dio el Padre y bajo Su guía.
Más adelante Jehová vino a la tierra como el Salvador
y el Redentor del mundo. Esta doctrina es una de
las menos comprendidas en la historia de la humanidad,
a pesar de que en el Antiguo Testamento y
en las otras Escrituras se encuentran muchas referencias
que pueden comprobarla.
Antes de ir a las Escrituras, sería buena idea examinar
los nombres y títulos que se aplican a Dios el
Padre y a su Unigénito. Por lo general, dos palabras
del idioma hebreo se usan para nombrar a Dios en
todo el Antiguo Testamento. Estas son Elohím y Jehová.
Puesto que el hebreo original escribía palabras
sin vocales, los eruditos no se han puesto de
acuerdo en cuanto a la pronunciación original del
hombre que se escribe YHWH en hebreo. En las revelaciones
modernas, sin embargo, Jesucristo aceptó
el título de Jehová.

Jehová era el nombre o el título que se le daba en
la preexistencia al Primogénito de Dios. Ahora se le
llama Jesucristo. El significado del nombre Jehová
te lo explico ahora:
"Jehová es la forma castellanizada del vocablo
hebreo Yahveh o Jahveh, que significa El que Existe por
Sí mismo o El Eterno. El hebreo, Ehyeh , que significa
Yo soy, se relaciona por significado y derivación con el término Yahve o Jehová."

Para los judíos Jehová era un nombre inefable
que no había de ser pronunciado; lo reemplazaron
con otro nombre, el cual aunque sagrado no les era
prohibido decir, a saber, Adonaí, que significa el Señor.

La palabra Elohím es la forma plural de la palabra
Dios del idioma hebreo, pero a pesar de ello, los eruditos en la materia concuerdan que debe tomarse
como un nombre en singular a pesar de que la terminación indica el plural.
sin embargo, explico mi punto de vista de la siguiente
manera:
"Si leemos más adelante [en el texto hebreo], hallamos
esto: 'El principal de los Dioses dijo: Hagamos
al hombre a nuestra imagen. En una ocasión pregunté
a un judío erudito: Si el idioma hebreo nos
obliga a dar interpretación plural a todas las palabras
que terminan en heim , ¿por qué no interpretar el
primer Eloheim en plural'? (Nota del traductor: Hay
ciertas variaciones en la forma de escribir la palabra
Elohím.) Me contestó: 'Esa es la regla, salvo en
contadas excepciones; pero en este caso echaría a perder
la Biblia' . Admitió que yo tenía razón.
"Desde su principio la Biblia muestra que hay una
pluralidad de Dioses, y nadie tiene el poder para
refutarlo . Es un tema importantísimo que estoy tratando.
La palabra  Eloheim debería entenderse en la
acepción plural: Dioses. Los principales de los Dioses
nos señalaron un Dios; y cuando uno considera
el tema desde ese punto de vista, queda uno libre
para percibir toda la belleza, santidad y perfección
de los Dioses."

Mi opinion es:
"El nombre Elohím. es un término expresivo de
exaltación y poder supremos o absolutos. Elohím ,
como lo entiende y lo emplea la Iglesia restaurada de
Jesucristo, es la combinación de nombre y título
que corresponde al Padre Eterno, cuyo Hijo Primogénito
en el espíritu es Jehová , el Unigénito en la
carne, Jesucristo."
Es importantísimo recordar el lugar que le corresponde
a Dios, el Padre: El es el Padre de nuestro
espíritu (véase Hebreos 12:9) y es nuestro Dios. El
hecho de que existan otros Dioses no le resta importancia.
El es el autor del plan de salvación. Es
esencial que también recordemos que El administra
los asuntos relacionados con esta tierra por medio
de su Primogénito, o sea, Jehová del Antiguo Testamento. 
El delegó a Jesucristo la autoridad que necesitaba
para organizar y gobernar la tierra, y, a través
de la Expiación, Jesucristo llegó a ser el Padre
de los hombres fieles. El Salvador, por lo tanto, llegó
a ser también el mayor defensor del plan de su Padre .
Debido a que Jesucristo tiene los mismos propósitos
que su Padre, y a que es también un Dios, los profetas
del Antiguo Testamento a veces se referían a El
con las palabras "Jehová Elohím" y que fueron traducidas
al castellano como "Jehová Dios". Esta frase
en hebreo no se usa mucho a partir del capítulo
tercero de Génesis; más adelante se encuentra la expresión
"Adonai Jehová", que está traducida como
"Señor Jehová" (Génesis 15:2, 8; Deuteronomio
3:24).
Otro de sus títulos necesita ser explicado. La palabra
Cristo viene del griego christos, que quiere decir
"el ungido". Los griegos usaron la palabra Christos
para traducir del hebreo la palabra meshiach, que
quiere decir lo mismo. La palabra hebrea ahora se ha
castellanizado y se dice mesías . Por lo tanto, Jesucristo
quiere decir "Jesús, el Mesías".

Jesucristo: El Dios de este mundo
Los judíos del tiempo de Jesucristo se sentían confusos
con respecto a la identidad de su Dios porque
durante el período del Antiguo Testamento habían
apostatado y ya no comprendían sus propias
Escrituras. Es el mismo problema que tiene la mayoría
de los cristianos en la actualidad. El misterio que
rodea la naturaleza del Dios del Antiguo Testamento
se desprende, en ambos casos, de la desobediencia
de los hombres y de la pérdida de muchas cosas claras
y preciosas que fueron sacadas de las Escrituras.
Por el contrario, Jesús dijo que la vida eterna consistía
en conocer completamente al Padre y al Hijo
(Lean Juan 17:3) . En resumidas cuentas, las personas
pueden conocer al verdadero Dios por medio de
las experiencias que los capacitan para ser como El;
de esa forma pueden entenderlo y conocerlo (véase
1 Juan 2:3; 3:1-2).
"Cuando vino Jesucristo a este mundo, los judíos
ya habían perdido el concepto de que los tres integrantes
de la Trinidad eran personajes distintos
el uno del otro . Ya no entendían que Jehová, el que
les había dado la ley de Moisés, vendría al mundo
para redimir a la humanidad, aunque los profetas habían
enseñado este concepto con mucha claridad (Isaías 41:14; 44:6). Anhelaban
que viniera el prometido Mesías a salvarlos
del dominio de Roma. Su religión era monoteísta, y
no creían en el Hijo de Dios; sin embargo, se le
dijo a Zacarías, el padre de Juan el Bautista, que Juan
prepararía "al Señor (o sea, a Jehová) un pueblo
bien dispuesto" (Lucas 1:17; busca también el versículo
16). Los ángeles también anunciaron a los
pastores aquella primera noche de Navidad: "Os ha
nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador,
que es CRISTO el Señor (en hebreo: que es el Mesías,
Jesucristo)" (Lucas 2:11).













Muchos en el mundo cristiano no han tomado
en consideración lo que dice la Biblia, la cual enseña
con claridad que Jehová es Jesucristo antes de venir
a la tierra. A continuación se dan solamente algunos
de los pasajes que prueban este punto.
Antiguo Testamento            Nuevo Testamento
Isaías 45:11-12                      Juan 1:1-3 véase también
Oseas 13:4                            el versiculo 14
Isaías 43:14                           Lucas 2:11
Oseas 13:14                         Gálatas 3:13
Zacarías12:10                       1 Corintios 15:20-22                  
Exodo 13:21-22                   Juan 19:34, 36-37
Isaías 54: 5                          1 Corintios 10:1-4                    
                                           Apocalipsis 19:7-8
                                           Apocalipsis 1 :8 
La importancia que tiene el conocer la identidad del Dios del Antiguo Testamento
 Muchas personas, incluyendo numerosos eruditos
en materia de la Biblia, han sacado en conclusión
que el Dios que se describe en el Antiguo Testamento
era el producto de las supersticiones y creencias
primitivas de un pueblo con estas mismas características.
Llegaron a esta conclusión porque hay cosas
en el Antiguo Testamento que parecen contradecir el
concepto que ellos tienen del Dios del Nuevo Testamento.
Sin embargo, es de muchísima importancia
saber que Jehová en el Antiguo Testamento era Jesucristo
en su estado preexistente, no sólo para poder
comprender correctamente el Nuevo y el Antiguo
Testamento, sino también para poder comprender la
naturaleza y los objetivos de Dios y para comprender
la relación que existe entre los hombres y cada
uno de los miembros de la Trinidad.
Por ejemplo, la misma persona que dijo: "Amad a
vuestros enemigos" (Mateo 5:44) les dijo a los israelitas,
refiriéndose a los cananeos que habitaban la
tierra prometida: "Ninguna persona dejarás con
vida, sino que los destruirás completamente" (Deuteronomio
20:1-17) . El mismo Jesucristo que dijo
que perdonáramos "setenta veces siete" (Mateo 18:22)
exterminó por completo a los habitantes de la tierra,
con excepción de ocho personas (Génesis 7-8) Por otra parte, Jesucristo en el Nuevo Testamento
dice que al que no perdonara de todo corazón las ofensas de sus hermanos, se le entregaría " A los verdugos,
hasta que pagase todo lo que debía" (Mateo
18:34-35); y Jehová en el Antiguo Testamento dice en
contraste: "Si vuestros pecados fueren como la
grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren
rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca
lana" (Isaías 1:18).
y el Cristo descrito en el Apocalipsis, que tenía
una hoz aguda en la mano, listo para cortar las uvas
y echarlas en el gran lagar de la ira de Dios (véase
Apocalipsis 14:14,20), es el mismo Dios del Antiguo
Testamento que le decía a Miqueas ".qué pide
Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia,
y humillarte ante tu Dios" (Miqueas 6:8) .
No hay ninguna contradicción en la personalidad
de Dios; El es siempre amoroso y misericordioso,
pero también es justo y no considera "el pecado con
el más mínimo grado de tolerancia"

El Dios del Antiguo Testamento
es el mismo que se encuentra en las demás Escrituras,
y no existe una contradicción real entre la
manera en que todas ellas lo describen. El Antiguo
Testamento amplía el entendimiento acerca de
Dios y de su forma de relacionarse con sus hijos, be ndiciéndolos
cuando reciben sus enseñanzas y lo
obedecen, o castigándolos cuando se rebelan y pervierten.
Para conocer mejor a Cristo, es necesario
estudiar el Antiguo Testamento, porque el estudiarlo
en su papel de Jehová nos permite conocer otros
aspectos de su personalidad. Jesucristo es tanto el
Dios del Antiguo Testamento como nuestro Dios
en la actualidad. Si recordamos constantemente este
concepto, podremos llegar a comprender el Antiguo
Testamento y la personalidad de Dios.

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